domingo, 3 de abril de 2011

3 de abril. Cartas a un Difunto:

3 de abril.

¡Por el Desconocido Maestro, las cosas van a peor!. El primo de Lady Eveling ha tomado por la fuerza el Bastión de la casa tras un maltrecho acuerdo con otras tres casas adeptas a Deoc, el Septón Rebelde. Yo no había conocido tales noticias hasta anoche, tras mi regreso de las cálidas playas de Dorne y su Costa del Sol. Ahora las sombras rondan mi mente, ¡cuál oportuno sería su consejo ahora maestro, que infortunada muerte!. Ese bastardo de Gerald ha ajusticiado a Lord Duncan...era un hombre viejo, pero justo y sabio. Ya veremos en que me perjudica o me beneficia esto, pero pase lo que pase mi lado compasivo no puede permitir tales actos.

De momento ya me ha amenazado con represalias afiladas sobre la situación económica del bastión.Si en un mes no consigo mejorar las cuentas y nuestros ingresos superan las pérdidas, sufriré las consecuencias... que El Desconocido me lleve ya mismo y así descanse en paz, ¡por mi esta casa puede sumirse en las más oscuras tinieblas y desaparecer de la vista del ojo ajeno para siempre!.

Mi primera misión ha sido visitar a Lord Sylah Valisar (Consejero de la moneda de Desembarco del Rey del que ya le he hablado) y a Lord "mi penumbra te envuelve y atemoriza" Karall Lanister (Consejero de los Edictos) para convencerles de una reducción de la deuda a la mitad y un aumento de los recursos al doble... Menos mal que tuve al mejor de los maestros que me enseñó esas artes persuasivas en el comercio que hoy me han servido para esta tarea, y en este momento se está meditando mi petición.

He comprado un cuervo y, aunque no he disuadido al vendedor de una rebaja, siempre es bueno practicar las artes oratorias para intentarlo o al menos eso me enseñasteis querido Maestro. Se lo he dejado a un pastor a la espera de ser instruido por algún maestre, ya me será de utilidad un cuervo propio que no pase por las manos de los soldados del Bastión.

Mis tierras siguen sin cuidados, ¡tengo que comenzar a labrarlas para ganar algo de dinero!

¡Malditos sean Los Siete, de haber estado yo por aquí, seguro habría intuido la vileza de los actos que se acontecían!. ¡¡Estoy rodeado de incompetencia sin su presencia, oh Maestro!!.
Mi cuello está ahora en juego, he de ganarme la confianza de Lord Gerald y desde ahí planear mis siguientes movimientos...

Sir Aford, Consejero de la Moneda de la Casa Greyash...Greyash, que desafortunado apellido que en estos momentos nos viene bien merecido...

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