sábado, 20 de agosto de 2011

A vista de cuervo II

-Durante los convulsivos y confusos acontecimientos que sacuden los Siete Reinos, ha sucedido un pequeño accidente que amenaza con desatar la guerra entre ciertas potencias que gobiernan en Poniente. Durante las partidas de los Hermanos de la Fe con misión de captar a los Lores fieles a la causa de Kalavius y de neutralizar por la fuerza a aquellos que se muestren contrarios a su doctrina, uno de estos destacamentos ajustició en nombre de la verdadera Fe a Lord Stalan Kachev, señor de una fortaleza menor en El Cuello y banderizo, espada juramentada e íntimo amigo de Lord Stanimir Stark, Señor de Invernalia. Los Hermanos de la Fe alegaron que aquél lord colaboraba con los Monjes Negros leales a Deock y que ante tal circunstancia sus órdenes eran proceder de acuerdo al protocolo y los dictámenes que regían su orden militar. Ante tal acontecimiento, Lord Stanimir, apoyado por todo el Norte indignado ante tal actuación, exigió explicaciones a Desembarco del Rey y al Septón Kalavius ya que el reino de Invernalia, aunque leal a la corona de Desembarco, procesa una religión diferente basada en el culto a los Arcianos y las pruebas de que Lord Stalan era colaborador de los Monjes Negros eran escasas y no del todo esclarecedoras. Así las cosas, Lord Stanimir exigió a Desembarco y al Gran Septo de Baelor que asumieran la culpa de tal asesinato y la garantía de que no volvieran a ejecutar su justicia por su mano, ya que en Invernalia era él, Stanimir Stark, y no otro el que impartía orden y justicia en sus dominios. Si Desembarco no respondía en una semana, Lord Stanimir Stark y todo el Norte declararían la guerra a Desembarco con el fin de derrocar a Kalavius y neutralizar toda su labor ejercida en nombre de la Fe. Desembarco del Rey mantuvo su postura: Kalavius reconocía como apropiada la actuación de su brazo armado y además contaba con el apoyo del Rey Lord Vilar Lannister que añadía que, si el Norte amenazaba la Fe, Desembarco y la Casa Lannister junto con todos sus leales se verían obligados a responder militarmente ante tal ofensa. Finalmente, Invernalia declaraba la guerra al Septón Kalavius y a Lord Vilar Lannister a la vez que éstos le declaraban la guerra al Norte. Ante tal situación, todo Poniente se moviliza y se prepara para el conflicto: Desembarco hace un llamamiento a todos los leales a la Corona y La Fe llama a sus leales seguidores para luchar por la causa justa y verdadera contra el Blasfemo norteño. Al mismo tiempo, Invernalia se moviliza animada por el espíritu de venganza por el derramamiento de sangre inocente en sus propias tierras.
Seguidamente, a consecuencia de dichos acontecimientos, semanas después de las declaraciones de guerra, el Escudo Targaryen avisaba a Desembarco de las movilizaciones que se estaban llevando a cabo en Dorne. Según sus exploradores, las tierras del sur se agitaban movidas por el afán de su ferviente deseo de expandirse hacia el norte, ya frustrado  durante la Guerra de Arena. Al parecer, Kadar Taher Martell a encontrado la oportunidad perfecta para vengarse de lo sucedido durante aquél conflicto que diezmó a Dorne y la castigó injustamente. El Escudo pide refuerzos ante una posible declaración de guerra por parte del Príncipe de Ébano, pero Desembarco y los demás Lores del norte del Escudo hacen oídos sordos ante tales peticiones, considerando que los Martell no podrían sustentar un estado de guerra después de las duras condiciones impuestas tras la Guerra de Arena.

-En los dominios de la Casa Greyash, Lady Evelyn y Ser Reithan contrajeron matrimonio. De esta forma, el reciente Lord Reithan era nombrado gobernador de las posesiones de dicha casa con el consentimiento de su esposa. El Bastión y el Torreón Rosby fueron sometidos a nuevas políticas económicas y financieras mejorando su situación y producción comercial, generando ingresos a la Casa que servirían para su desarrollo y progreso. Durante varios meses la Casa Greyash ha prosperado considerablemente, no obstante, los acontecimientos acaecidos recientemente han obligado al Lord a realizar reclutamientos para la guerra y defensa de sus tierras ante el conflicto que se avecina. Recientemente, y agravando la situación, Lord Reithan ha sido afectado por el Aliento del Desconocido, que es como ha sido denominada una terrible plaga mortal que asola Poniente, arrastrando a la muerte a todo aquel que es infectado por ella. Lady Evelyn, bajo supervisión del Consejo, ha vuelto a tomar el control de la Casa bajo su gobierno ante la incapacidad de su esposo, pero los hechos que azotan los Siete Reinos parecen desbordarla.

-Las ingentes cantidades de ratas muertas con la nariz ensangrentada, día a día cada vez más numerosas, resultaron ser el vaticinio de lo que sería una mordaz plaga que empezaría a esquilmar terriblemente todo Poniente. Los infectados sufren inflamaciones en la garganta, bajo las axilas y en las ingles; éstos bubones generan un dolor terrible y supuran pus continuamente, generando fiebres altas, desangramientos y delirios, arrastrando de forma lenta y dolorosa al afectado hacia la muerte. Los muertos empezaron a contabilizarse por decenas en las primeras semanas, ascendiendo la cifra a cientos por mes. Locos y harapientos profetas surgen por doquier advirtiendo de que el Aliento del Desconocido se llevará a toda la humanidad, sin distinción alguna de ricos ni pobres, manifestando el descontento de Los Siete ante la situación de crisis religiosa. Los maestres no conocen remedio alguno ante tal mal, y los Lores cuyas poblaciones se ven afectadas se ven obligados a quemar a los enfermos fallecidos para evitar la propagación. No obstante, los maestres han recomendado como medida preventiva el uso de quemadores e incensarios para alejar dicho mal, aunque tal medida parece no tener mucho éxito.

El Narrador

miércoles, 17 de agosto de 2011

Una tarde de verano...Cartas a un difunto.

Quizá simplemente estamos condenados, todo parece un juego cruel desde el que un narrador omnipresente marca nuestros destinos caídos ahora en desgracia.

Maestro, no sé por dónde empezar. Los asuntos que ahora me atañen en el Torreón Rosby casi no me dejan hablar con vos. Si pudierais hablar... hay quien dice que los difuntos conocen el destino de los vivos, los que en vida fueron buenas gentes, en la muerte ven la fortuna de sus allegados...pero...¡ay! de los condenados, los ladrones, los asesinos, la calaña...que lo único que ven eternamente es el sufrimiento de quienes dejaron atrás.

La Guerra ha estallado en los Siete Reinos que un en los que vivisteis en paz, tal vez vuestra violenta muerte auguraba el destino que se cierne sobre nosotros.

Hace casi un mes, acompañé a Sir Rothem en una de sus encrucijadas. Acabábamos de desentrañar un arduo plan que ponía en peligro la corona... Para entonces el muchacho que ya no era vasallo en la casa Greyash sino un reputado caballero, que a fuerza de honor y espada a comprado su papel, servía en esos momentos a Sir Alder al que vos conoceríais en vida como alto cargo en el Septo de Desembarco, fiel amante de las enseñanzas de Kalavius... Pero no, engañó vilmente a la mente del muchacho haciéndole combatir en misiones en contra de Deoc, haciéndole firmar la muerte de aquellos que ajusticiaba ¡en nombre del Rey y de la verdadera Fé!, pero no era más que una engañifa para arrebatar la vida a los que se opondrían a Deoc por ser fieles seguidores de Kalavius... Urdida la trama, partimos rumbo a Desembarco y lo acompañé a modo de testigo en nombre de los Greyash, pero por el camino, ¡el Rey!, el Rey a quien servimos en su día muere a manos del fuego que consume en estallido su carruaje. Debería haber visto lo que siguiera cuando, aún con el corazón en el puño y ojos lagrimosos de lo acontecido, llegamos al Septo donde Rothem fue apresado por los Capas Doradas, ¡acusado de asesinato a los seguidores de Kalavius!. En un alarde mezcla de ingenio, locura y desesperación, acusé a una campesina que andaba por la calle de puta mal vendida para tratar de despistar a los guardias... pero sin ningún tipo de efecto, se lo llevaron y yo marché de aquel lugar al Torreón Rosby de nuevo cuando por la impotencia solo supe coger pluma, tinta y papel, para suplicaros respuesta de modo alguno...

Ojalá pudiera escuchar ahora alguno de sus consejos, sin duda nuestro futuro se avecina turbio...

Ser Aford, Consejero de la moneda de la Casa Greyash.