jueves, 28 de abril de 2011

Al fin.

Querida Lady Isabella:

Lo conseguí. Mi odiado primo Gerald ha caido. Fue muy dificil, y he pasado miedo, pero al final ya está hecho. Ahora mismo estás leyendo las palabras de la mismísima nueva Regente de la Fortaleza Greyash y Protectora del Torreón Rogsby.

La verdad es que no sabría por donde empezar, todo ha ocurrido tan deprisa... Al principio solo quería ganarme a los soldados del bastión. Conseguí hacer un pequeño trato con Aford , el consejero de la moneda, para que me trajera en sus viajes a Desembarco del Rey pequeñas cajas de comida con queso, chorizo, jamon curado, tocino y ese tipo de cosas, que escondíamos en la casa de un pastor cercano y pagadas con mis propios ahorros. Comida que yo repartía entre los soldados a escondidas para ganarme su afecto. Te puedes imaginar, mas de 80 hombres fornidos comiendo exclusivamente del cargamento básico de alimentos que nos llega de Desembarco... Al cabo de un par de semanas los pobres solo comían una mísera sopa aguada de patata. El descontento era generalizado, pero yo animaba sus noches a base de jamón y queso.

Después de aquello, tocó quitarse de en medio al perro fiel y rabioso de Gerald: el Capitán. Aun tenía un frasquito de veneno, el que le arrebatamos a mi hermana cuando descubrimos su traición. Y lo usé bien, te lo aseguro. A los 3 dias, el Capitán apareció muerto. Lo malo de aquello es que Gerald sospechó automáticamente y me puso una escolta. Pero con un poco de tocino sabroso para cenar acabaron por ponerse de mi parte, e incluso acataban algunas de mis órdenes.

Varias personas del bastión comenzaron a interesarse por mi labor. Irina, la aprendiz de Maestre no dudó en unirse a mi conspiración. Trany, mi escolta personal, estuvo conmigo desde el principio, al igual que mi apuesto Reithan, obviamente. Artemis, la pupila de Gerald en seguida quiso empezar su pequeña venganza, al igual que el joven Rothem, al cual cada vez tengo en más estima. Puede que el chaval sea un poco bruto y en muchas ocasiones insolente, pero se ha ganado mi confianza. Espero que no me falle. Finalmente, Aford quiso unirse a nosotros, aunque siempre dudé de sus intenciones. Consiguió ganarse la confianza de Gerald, y tengo la sensación de que se cambia la chaqueta según quien tenga delante. Aun así, ha colaborado fielmente.

Todos juntos conseguimos derrocar a Gerald. Sir Rothem, ahora miembro de los Hermanos de la Fe, fue el primero en desatar los acontecimientos intentando robar las cuentas del usurpador de mi primo, pudiendo demostrar que estaba aliado con varios Lores seguidores del farsante Septón Deoc. Aunque su método de conseguirlo no fue del todo "adecuado"... Y como siempre, sus ataques violentos acabó por sufrirlos nuestro pobre Mayordomo. Algo que ya pudimos solicionar mas tarde.

Pero yo, haciendome pasar por mi odiada tia, conseguí burlar a su guardia con mi ingenio y enviar un cuervo a los Lores, solicitando la llegada de un Septón de su falsa Orden. La respuesta inmediata fue una pruebla irrefutable ante La Mano del Rey en Desembarco. Aun asi, faltaban los documentos de la herencia de mi abuelo, aquellos que el mayordomo había intentado poner a salvo en uno de los carromatos de alimentos que mandabamos con la comida en mal estado para Lecho de Pulgas.

Aquellos documentos llegaron a las manos de Lord Sylah, el Consejero de la Moneda del Rey. He tenido que pagar un alto precio para conseguirlos. Aquel maldito no cedió a darme la herencia sin asegurarse de que se quedaba con la mitad de la produccion de todas mis tierras y la vuelta de Reithan a su cargo de recaudador. La cuales ahora incluyen el Torreón Rogsby, conquistado por Gerald para limpiar su nombre cuando los Hermanos de la Fe se enteraron de su traición y le obligaron a luchar contra los Lores de Deoc... Aunque aun así no sirvió de nada y todo salió a la luz, y fue arrestado gracias a mí. Después de que sus soldados le abandonaran, pude salir del bastión y ante la Mano del Rey me presenté con la carta de los Lores, la herencia de mi abuelo y mi sello de la Casa Greyash. No había otra salida para Gerald y se hundió en su propia traición.

Mi abuelo puede descansar en paz. El bastión, que ahora ya es una Fortaleza, está en poder de un Greyash de nuevo. Yo soy la unica heredera, y al ser mujer solo puedo ser Regente, pero en cuanto me case con Reithan y se convierta en mi Lord, y tenga hijos todo volverá a su cauce. Ahora solo queda conservar el poder, y no va a ser nada fácil.

Deseame suerte,

Lady Evelyn Greyash

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