viernes, 8 de abril de 2011

8 de abril. Cartas a un Difunto.

8 de abril.

Que penurias en que penosos tiempos Maestro, menos mal que por lo menos uno de los dos ya descansa junto a Los Siete.

El Bastión empieza a resentirse bajo el mando de Lord Gerald y es que la deuda que debemos pagar es elevada y los recursos recibidos escasos y los soldados empiezan a quejarse... De su ilustrísima mano aprendí a alcanzar cualquier meta volviendo el mal a mi favor, por esto he descubierto que los soldados son fácilmente sobornables a cambio de un mísero mendrugo de pan.

No obstante espero que mi empresa con Lord Sylah y Lord Karall legue a buen puerto y la deuda sea reducida a la vez que los recursos acrecentados. Todo esto sin perder de vista mis tierras y su falta de trabajo en ellas, si no obtengo beneficio pronto, voy a empezar a desistir en su cultivo, siempre hay algo que por urgente acapara toda mi atención, ¡qué bien me vendría su ayuda para estas labores!.

Anoche tuve que dormir en una posada en Desembarco y tras un intento fallido de pasar la noche de forma económica en una, conseguí hacerlo en otra, es por ley que el precio siempre será más alto que el que cualquier cosa merezca, pero es algo que no soy digno de recordarle... Pero aún la más espantosa posada de Desembarco del Rey habría bastado tras escuchar la noticia de mis peticiones a la corona aceptadas, Lord Gerald me tiene ahora en alta estima, es mi gran oportunidad de ascender socialmente, pues ojalá pudiera ver, Maestro, ¡mi ascenso a ayudante de Lord Sylah y a Sir Reitham en su degradación como mi ayudante!.

No pasaron ni dos horas cuando Lady Eveling ya estaba proponiéndome la compra de una serie de recursos en Desembaco que no entrarán en el Bastión, sin duda planea sobornar a los guardias para urdir algún plan contra Lord Gerald... Aún no se si esto me beneficiará en un parte...o con el chivatazo en la otra... ¿Qué diría usted si pudiera?. Mi lealtad hace que la ayuda a Lady Eveling me sea obligada, ¡es la heredera merecedora de la Casa Greyash!...espero no me cueste la cabeza. Que penurias en que penosos tiempos Maestro...

Sir Aford, Ayudante del Consejero de la Moneda de Desembarco del Rey.

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